Estamos consciente de la importancia de la preservación de los acervos bibliográficos y no bibliográficos para la memoria colectiva del país, bien sea en forma de archivos físicos o digitales.
La reconstrucción del pasado como práctica para sostener el presente y el futuro de la acción social en general, en especial de las comunidades LGBTIQA+ y VIH, tiene relevancia en la reivindicación de sus derechos humanos y su participación en los asuntos públicos.
La memoria histórica es una acción estratégica que va más allá de un ejercicio de organización documental, digitalización y generación de datos. También comprende: alianzas, investigación, acceso al conocimiento, sostenibilidad y consolidación de evidencias que faciliten el rescate y producción de información. Es decir, dejamos de ser consumidores de la memoria, para convertirnos en emprendedores de la memoria.
Esta reconstrucción del pasado la vemos como una acción colectiva del pensamiento plural. El fortalecimiento de la memoria histórica permite visualizar la diversidad que se genera a través de la equidad y las exigencias de los grupos vulnerables y excluidos por la cultura patriarcal dominante.
La interpretación de la historia puede ser una o pueden ser muchas. Sin embargo, estamos seguros de que la preservación de la memoria histórica documental ofrece acceso a un repositorio de fuentes, que permite estudiar e investigar los orígenes de la movilización social y comunitaria LGBTIQA+ y VIH para fortalecer el presente.
Somos tolerantes ante la diversidad de opiniones que pueda generar la construcción de un archivo de memoria histórica, porque conocemos el poder constructivo que tiene la tolerancia en el complejo escenario de la pluralidad. También promovemos el libre acceso a la información histórica como herramienta de educación cívica y como paso fundamental para fortalecer una sociedad democrática.
Para que el proceso de apropiación de la memoria histórica ocurra es necesario la participación libre y consciente de los individuos y las instituciones. Teniendo como norte el rescate y recuperación de los hechos que impidan el olvido, el extravío, la fragmentación e impulsen la reflexión, la curiosidad intelectual y nuevas perspectivas sobre nuestro pasado.
Finalmente queremos resaltar la necesidad imperiosa de promover este tipo de iniciativas en todo el país. La compleja situación de los archivos locales y nacionales, y la ausencia de buenas prácticas documentales generalizadas en la sociedad, ponen en riesgo la memoria y las identidades colectivas. Estamos seguros de que iniciativas pioneras como la digitalización de documentos históricos de los movimientos LGBTIQA+ y VIH, y otras similares impulsadas por nuestras organizaciones, son un paso fundamental para cambiar esta situación, garantizando la preservación de los archivos digitales, dando libre acceso a la información para la construcción de un futuro plural.