En 2018, estuve en una estadía de investigación en Caracas, Venezuela. Mis días estaban llenos de visitas a bibliotecas y depósitos para iniciar la investigación para mi tesis sobre las compañías petroleras extranjeras y sus actividades en la Venezuela del siglo XX. Una tarde soleada, un viejo mentor de mis años universitarios me invitó a su club privado. Se nos unió otro historiador que compartía interés por mi doctorado en la Universidad de Texas en Austin.

Sentados junto a la piscina, nuestra conversación giró en torno a nuestros respectivos proyectos de investigación. Rápidamente se hizo evidente que el acceso a fuentes primarias en Venezuela planteaba un desafío importante. Para empezar, había una mínima información en línea disponible. La mayoría de las bibliotecas públicas y privadas carecían de repositorios en línea accesibles a los investigadores. Además, muchos de los archivos y bibliotecas del país se encontraban en pésimas condiciones. Al carecer de fondos y personal suficientes, necesitaban ayuda para mantener sus puertas abiertas y, para empeorar el escenario, muchas tuvieron que limitar sus horas de funcionamiento semanales.

Producto de esta reunión, mi colega, Guillermo Guzmán Mirabal, y yo comenzamos a contemplar formas de preservar el patrimonio cultural del país. Durante los siguientes meses, exploramos varias vías para abordar este problema. Nuestros intentos de obtener financiación de la Asamblea Nacional (el equivalente al Congreso de los Estados Unidos) para digitalizar colecciones históricas, resultaron inútiles. Pronto se hizo evidente que, como investigadores individuales, obtener recursos financieros para proyectos de digitalización era una batalla cuesta arriba. El paso lógico fue establecer una organización dedicada a preservar la historia del país.Así, en 2021, constituimos y fundamos, la Fundación Red de Historia Digital Venezolana, conocida en inglés como The Venezuela History Network. Esto simplificó el proceso de solicitud de subvenciones internacionales.

Mientras se desarrollaba esta iniciativa, fuimos contactados por la Academia Nacional de Historia de Venezuela, una prestigiosa institución pública con una rica tradición en la preservación física de materiales de archivo y la generación de nuevos conocimientos sobre el pasado de Venezuela y América Latina. Una de sus colecciones coloniales, la Sección de Esclavos Civiles, enfrentó problemas de infraestructura. El contenido de este repositorio documenta los juicios, casos civiles y peticiones de libertad que involucran a afrovenezolanos esclavizados. Las fuertes lluvias de finales de 2020 habían comprometido el techo donde se guardaba la colección, lo que llevó a los archiveros a reubicarla. Esta institución buscó nuestra ayuda para preservar digitalmente la colección. A través de un convenio interinstitucional entre la Fundación Red Historia Venezuela y la Academia Nacional de la Historia, ideamos un plan para iniciar la digitalización de la Sección Civil-Esclavos. También empezamos a buscar subvenciones internacionales. Nuestro mayor apoyo vino de la Gerda Henkel Stiftung de Alemania.

En 2022, gracias al generoso apoyo de esta fundación alemana, la Red Historia Venezuela se embarcó en un proyecto de digitalización y preservación para la Sección de Esclavos Civiles. Después de ocho meses de intenso trabajo, el proyecto concluyó. La Red Historia Venezuela digitalizó exitosamente 381 volúmenes encuadernados y 23 cajas que contienen documentos sin encuadernar, totalizando 123.800 páginas o 61.900 capturas digitales. Este esfuerzo de colaboración también facilitó mejoras de infraestructura en la sala que alberga la colección, la adquisición de equipos esenciales como escáneres y computadoras portátiles, la creación de nuestro sitio web actual y nuestra biblioteca digital de acceso abierto.

En particular, este proyecto permitió a nuestro equipo de paleógrafos, archiveros e investigadores capacitarse en las mejores prácticas para la digitalización de materiales históricos. Cabe mencionar que ni la Red Historia Venezuela ni la Academia Nacional de Historia tenían experiencia previa en digitalización y creación de metadatos. El Centro de Conservación de Arte y Artefactos Históricos brindó la capacitación necesaria para realizar esta tarea. La exitosa ejecución del proyecto de digitalización de la historia de los afrovenezolanos esclavizados nos permitió llegar a nuevos públicos. Promocionamos esta nueva colección a través de canales en línea, redes sociales y eventos públicos, como el celebrado en el Instituto de Estudios Históricos de la Universidad de Texas en Austin en octubre de 2022. Este primer esfuerzo también trajo nuevos desafíos. En 2023, se nos brindaron numerosas oportunidades para digitalizar archivos históricos adicionales y diversificar nuestro catálogo de colecciones.

Actualmente, la Red Historia Venezuela cuenta con al menos seis proyectos en curso o próximos a comenzar en colaboración con organizaciones prestigiosas como el Programa de Archivos Modernos en Peligro de la Universidad de California en Los Ángeles (el MEAP, por sus siglas en inglés) y el Centro de Bibliotecas de Investigación a través del Proyecto Material Latinoamericano (LAMP, por sus siglas en inglés). Planeamos crear colecciones que cubran la historia del cacao, los documentos privados de ex presidentes venezolanos, dos revistas culturales y políticas del siglo XX y un archivo que documente los movimientos VIH y LGBTQIA+ en el próximo año. Estas iniciativas son esfuerzos de colaboración que involucran a instituciones públicas, particulares y organizaciones sin fines de lucro. También hemos presentado nuestra misión en universidades, radios locales y canales de YouTube, e incluso eventos tecnológicos en Las Vegas.

Aunque seguimos siendo una organización relativamente pequeña, la Red Historia Venezuela está ansiosa por establecer nuevas asociaciones y conectarse con personas interesadas en colaborar con nosotros.

Como historiador, estos logros han iluminado una verdad profunda: que podemos hacer más como activistas, historiadores y emprendedores sociales. La historia debe tener un propósito más allá de la academia. En mi caso, estoy contribuyendo a la preservación digital de la historia de mi país. Es más, a través de nuestra biblioteca de acceso abierto, la Red Historia Venezuela acerca la historia directamente al ciudadano, facilitando la reconexión con su propio pasado.

Quisiera destacar que las copias digitales que conservan nuestros socios después de la finalización de cada proyecto garantizan que, incluso si las circunstancias cambian en el futuro, las colecciones históricas que estamos digitalizando perdurarán. Para promover esta causa, también extendemos nuestra asistencia a los socios locales para que pongan sus colecciones en línea. Es cierto que esta no es una solución definitiva. Nuestro alcance actual de trabajo sigue limitado principalmente a Caracas y sus alrededores. Existen numerosos archivos y bibliotecas en otras localidades que se encuentran desamparados.

El país requiere urgentemente inversiones sustanciales en infraestructura y capital humano de bibliotecas y archivos para realmente salvaguardar nuestro patrimonio cultural. Mientras tanto, la Red Historia Venezuela se esfuerza por llenar este vacío, aprovechando toda la experiencia que adquirimos para ayudar en esta monumental tarea. A través de alianzas locales e internacionales esperamos que nuevas organizaciones y grupos se unan a este esfuerzo titánico, de ahí la palabra red en el nombre de nuestra institución.

La necesidad de proporcionar un acceso fácil y fiable a materiales históricos es crucial. Tanto las comunidades como los individuos quieren descubrir y acceder a sus propias historias. Si eres historiador u otro tipo de académico con el impulso o la vocación de contribuir al mundo de la historia, sigue tus instintos, organízate y embárcate en un trabajo colaborativo con tu comunidad. Su impacto, por pequeño que sea, dejará un legado duradero para las generaciones venideras.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en la revista digital Not Even Past, consúltalo aquí